Pilates y salud mental.

En el post de hoy queremos hablar de los beneficios que puede tener el pilates en la salud mental.

Vivimos en una sociedad que nos lleva en volandas continuamente, que no nos deja parar ni siquiera cuando nos encontramos mal o sentimos que no podemos más. Hay que seguir,seguir,seguir… pero ¿qué puedo hacer para volver a recuperar el control en toda esta vorágine? 

En las siguientes líneas te desgranamos los hilos de los que puede ser uno de los frenos de mano para tu estilo de vida.

Pilares básicos de pilates:

Siempre destacamos que el método pilates se cimenta sobre unos principios básicos en los que por lo menos en mi caso procuro incidir e insistir en todas mis clases. Estos son los siguientes:

  • la respiración
  • alineación y autoelongación
  • fluidez
  • control
  • precisión
  • trabajo del centro del cuerpo (casa de la energía o power house)

Sobre todos estos principios que os recuerdo y hemos desarrollado en anteriores post, el método pilates cimenta su práctica en la que de alguna manera la CONCENTRACIÓN adquiere un protagonismo extraordinario.

¿Eres capaz de pensar en lo que tienes que hacer cuando llegues a casa mientras tienes que alejar la pierna derecha y el brazo izquierdo sin que la pelvis se lateralice y la pierna de apoyo no vaya tras la otra? Fuera de bromas, algunos de los cimientos del método pilates convergen de una manera muy sustancial con otros métodos como el mindfulness.

Pilates y salud mental:

La respiración es una de las claves en el método pilates. La respiración consciente y fluida cambia la manera que tiene el cerebro de procesar la información.

¿Qué es lo primero que hacemos nada más comenzar una clase de pilates? Respirar. De manera pausada, utilizando toda la capacidad ventilatoria de la que disponemos.

Hay estudios que refuerzan que a través de la respiración podemos trabajar la atención, la memoria y el control emocional.

La realización de ejercicios que conllevan un control y precisión exquisitos también reconducen a la mente hacia el momento presente en el que se está realizando la actividad física, ya que debemos sentir cómo estamos realizando cada movimiento. Evitando compensaciones, trabajando así la conciencia corporal.

Trabajar a través de la postura. Cómo nos sentimos influye muchísimo en cómo nos encontramos a nivel postural. 

Las personas que se encuentran estresadas o ansiosas suelen tener una fuerte retracción de la cara anterior del pecho (esa presión que se siente que es física), antepulsión de los hombros, cabeza adelantada…

En el método pilates trabajamos todo lo contrario. Mediante la autoelongación vamos siempre a intentar abrir el pecho, llevar los hombros hacia atrás y la cabeza alineada con el resto de la columna… postura de empoderamiento.

Al trabajar de manera profunda la musculatura postural, fomentaremos que de manera involuntaria el individuo sea capaz de mantener ese empoderamiento durante más tiempo.

A nivel bioquímico en el cuerpo como ya sabemos, el ejercicio físico nos produce una serie de reacciones en las que generamos una serie de hormonas y neurotransmisores que nos producen un efecto intenso de bienestar.

¿Es lo único que necesito para cuidar mi salud mental?

La respuesta está bastante clara: no. La terapia psicológica es lo más necesario en el caso de encontrarnos en estados ansiosos o depresivos.

Evidentemente lo mejor es poder ir de la mano con un especialista cualificado para que podamos sacar de ambos escenarios los mejores beneficios.

Es por ello que en Ánima Fisioterapia hemos aumentado el equipo con un espacio de psicología ya que no concebimos la salud sin una visión global.

¡Os esperamos!