El bruxismo genera desequilibrio entre las cadenas musculares anteriores y posteriores generando problemas y posibles lesiones. En el día de hoy vamos a hablar del Síndrome Cruzado Superior.
¿Qué es el síndrome cruzado superior?
Este síndrome se describe con un desequilibrio en la parte superior del cuerpo (desde el final de las costillas hasta la cabeza).
Quienes sufren estos desequilibrios tienen un patrón postural muy marcado:
- cabeza adelantada
- hiperextensión de la zona cervical generando una actitud cifótica
- hombros “enrollados” hacia delante y elevados hacia las orejas
- escápula aladas
Al leer esto a muchos de vosotros os sonará este tipo de postura, pero hay que tener en cuenta que este patrón puede desencadenar una serie de cambios anatómicos que conlleven consigo dolor y lesiones.
¿Qué cambios produce el síndrome cruzado superior?
Las principales áreas afectadas son la hiperactivación de el pectoral mayor y menor, las fibras superiores del trapecio, el elevador de la escápula y el esternocleidomastoideo.
Esta hiperactivación va a generar por el contrario debilidad en otros grupos musculares que se ven arrastrados por el aumento de su actividad. Estos músculos son las fibras medias e inferiores del trapecio, el serrato mayor y el romboides. Estos músculos son los responsables de las escápulas aladas (el omoplato no está pegado sobre la parrilla costal, si no que su parte inferior se encuentra un poco abierta).
Estos desequilibrios musculares también afectan a todas las estructuras articulares que se ven implicadas con estos músculos.
Por ejemplo, las articulaciones cervicales superiores se ven muy forzadas por la el adelantamiento de la cabeza y por el acortamiento de la musculatura suboccipital.
También las últimas vértebras cervicales y las primeras dorsales se ven afectadas por esa cifosis que se fuerza con la hiperextensión cervical.
El mantenimiento de esta postura en el tiempo aumenta la activación de la musculatura de la mandíbula y de la articulación temporomandibular. Además el bruxismo produce y perpetúa este síndrome cruzado superior.
Otra articulación que se ve afectada por este patrón postural es la glenohumeral (el hombro) aumentando la fricción por ello de algunas estructuras que la conforman.
¿Qué síntomas puede tener el paciente que sufre este síndrome?
Los pacientes con este patrón postural instaurado suelen presentar dolores cervicales recurrentes, con dolor de cabeza de manera habitual.
Suelen ser pacientes con bruxismo que además introducen esta parafunción en su vida cotidiana con relativa facilidad (al hacer ejercicio, cuando están concentrados…).
Este patrón postural puede también acarrear una disminución de la capacidad respiratoria ya que el diafragma no puede moverse en todo su recorrido y esto generar sensación de “falta de aire”.
¿Cómo trabajamos con pacientes que tienen el síndrome cruzado superior?
En cuánto a los pacientes con bruxismo que desarrollan este patrón postural es muy importante trabajar el problema (estructuras orofaciales y cervicales) de manera manual.
Posteriormente haremos un trabajo de reeducación postural haciendo hincapié en:
- Autoelongación axial para evitar la hiperextensión cervical.
- Liberación diafragmática y reeducación respiratoria.
- Ejercicios para elongar los pectorales y potenciar la musculatura de la cintura escapular.
Siempre hacemos mucho énfasis en que el cuerpo es un todo y por ello hay que trabajar las lesiones y alteraciones corporales desde diferentes perspectivas para obtener los mejores resultados.
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